martes, 5 de marzo de 2013

San Judas Tadeo, Rosario


(Por su medio se podrán obtener grandes favores aun en casos humanamente desesperados, siempre que lo pedido convenga a la gloria de Dios y al provecho espiritual. Récelo, de preferencia, ante una imagen del Santo).
Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.


Acto de contricción; 

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.


Gloria;
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era antes, ahora, y por los siglos de los siglos. Amén.


SANTOS APOSTOLES, ROGAD POR NOSOTROS (tres veces). 
Enseguida se dirán 10 veces por cada una de las cinco decenas del Rosario; SAN JUDAS TADEO, SOCORREME EN ESTA NECESIDAD. 
Añadiendo al final de cada decena: un Gloria, y SANTOS APOSTOLES ROGAD POR NOSOTROS. 

Se termina con un CREDO, 
Creo en Dios Padre, Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra; y en Jesucristo su único Hijo nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen; padeció debajo del poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos; está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable. Amén.
Oh Mi Jesús:
Oh mi Jesús, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva todas las almas al cielo, sobre todo las más necesitadas de tu misericordia.


Un SALVE 
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra: vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos. Y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. !Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.


y la siguiente ORACION

Santo prodigioso, glorioso San Judas Tadeo, honor y gloria del Apostolado, consuelo y amparo de los afligidos pecadores, yo os suplico por la corona de gloria de que gozáis en el cielo, por el singular beneficio de ser pariente cercano de Nuestro Salvador y por el amor que tuvistéis a María Santisima me concedais lo que os pido. Así como estoy cierto de que Jesucristo os honra y nada os niega, así también experimente yo vuestra protección y consuelo en esta urgente necesidad.

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